“el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,” – Gálatas 1:4
Hace unas semanas observamos la Semana Santa como tradicionalmente le llamamos en el mundo cristiano. En muchas iglesias se predican las 7 palabras o las 7 expresiones de Jesús mientras estuvo colgando en la cruz. Los evangelios se concentran en presentar la vida de Jesús y Sus obras culminando con Su muerte y resurrección.
En las cartas apostólicas encontramos por así decirlo la explicación de lo que los evangelios registran. El apóstol Pablo escribiendo a los creyentes en Galacia les declara o les explica lo que significó la muerte de Jesús en la cruz. Jesús en la cruz murió por nuestros pecados. Su muerte no fue como otra muerte más de un individuo condenado a morir por el gobierno romano en una cruz. La muerte de Jesús fue una muerte substituta; fue por nosotros, en nuestro lugar.
¿Con qué fin fue la muerte de Jesús?, para perdón de pecados y para librarnos de este siglo malo. La realidad es que necesitamos ser perdonados de nuestros pecados y ser librados de los engañes de nuestro tiempo. Hay muchas cosas hoy en día que absorben a las personas en mentiras, vicios y maldades disfrazadas de piedad.
Pero, como dice el versículo, Jesús dio Su vida para librarnos (conforme a la voluntad De Dios), de todas las cosas que nos tienen esclavizados. Todo lo que nos esclaviza tiene como raíz el pecado. El pecado se manifiesta de muchas maneras, y son de esas muchas cosas que el Señor Jesús quiere librarnos.
La Biblia nos enseña que podemos ser libres por la fe en Jesús. Cuando recibimos a Jesús como Salvador y Señor, Él trata con nuestra condición pecaminosa. Nos perdona, nos limpia de pecado, nos transfiere de las tinieblas a La Luz, y de esa forma es que nos libra de este siglo malo.
¿Quieres ser libre de este siglo malo? Ven a Jesús hoy.